Entrevista publicada en la revista escolar Reflejo nº 93 - abril 2013
¿En qué época estudiaste en el colegio? ¿Qué tal alumno eras?
Estudié entre los años 1981 y 1993. La primera etapa fue muy buena llevándolo todo al día. A partir de sexto curso las cosas cambiaron y me volví un conformista en los estudios, aprobando y poco más.
¿Qué te une actualmente al colegio San Juan de la Cruz?
Actualmente soy monitor de baloncesto de las Escuelas Deportivas del Ayuntamiento de León y estoy entrenando 2 días a la semana un grupo de alumnos del colegio de 1º y 2º E.P.
¿Cómo son tus recuerdos de tu etapa como estudiante sanjuanista (profesores, compañeros, familias…etc?
Pues hay de todo, pero el balance naturalmente es muy bueno, la relación tanto con compañeros como con profesores siempre fue buena y con el paso del tiempo las cosas a las que por aquel entonces le dabas mucha importancia, dejan de tenerla.
¿Qué diferencias encuentras en el colegio del pasado y el actual?
Han cambiado muchas cosas, sobre todo los profesores, ahora hay mucha gente joven, y ya casi ninguno de ellos es religioso. El colegio en general tiene un ambiente mucho más actual y por si esto fuera poco ahora dentro de las instalaciones han construido una residencia universitaria de primer nivel.
El deporte fue un estandarte en el colegio, diferentes disciplinas como el atletismo, el rugby, el fútbol-sala, tenis de mesa y el baloncesto. ¿Qué recuerdos tienes del mundo deportivo del colegio? ¿Es comparable el deporte del ayer y del hoy?
Sin duda que el deporte es uno de los recuerdos más importantes cuando echo la vista atrás y los recuerdos salen a relucir. Pasábamos muchas, muchas horas en el patio jugando. En lo que a mí respecta inicialmente practiqué el fútbol-sala y con el paso del tiempo dejó de interesarme para hacerlo el baloncesto que a partir de entonces me ha absorbido por completo mi vida y ha hecho de este hobby mi medio de vida.
Creo que no es comparable en absoluto, los niños de hoy en día disponen de muchas formas en las que invertir el tiempo que por aquel entonces no existían y no te quedaba más remedio que hacer deporte. Ahora el niño al margen de las muchas modalidades deportivas que ahora existen tiene otras muchas actividades.
El baloncesto germinó con buenas raíces en el colegio, hay buenos recuerdos de entrenadores como Fernando, Ricardo o José Antonio, jugadores como Andrés, los Josines y muchos más por contar (pedimos perdón por ello….) Háblanos un poco de esos momentos.
Pues esto coincide con la época en la que yo me hice jugador aquí. No consiguieron que ninguno de los jugadores de mi generación fuéramos nadie e nivel profesional, aunque nos metieron ese bendito veneno que es el baloncesto. Algunos hemos seguido ligados como entrenadores y casi todos aquellos grandes aficionados a nuestro deporte.
¿Recuerdas el look americano que se introdujo con los chándales del colegio con números como el doble cero, cuarenta y dos entre otros….
Sí claro, cómo no acordarse, fue algo novedoso por aquel entonces y muy bonito de recordar.
La afición al baloncesto en el patio del colegio fue un icono los fines de semana, ¿qué recuerdas de los famosos sábados por la mañana en las canchas? ¿y la Semana Deportiva?
Los sábados por la mañana nuestro colegio era un lugar donde el deporte era el protagonista. La culpa de aquello la tenía fundamentalmente el Padre José Luis organizando la liga interna y el padre Ángel, que era el que se encargaba de organizar administrativamente el deporte del colegio.
Sin duda que la semana deportiva era el EVENTO DEPORTIVO ESCOLAR EN LEÓN. Jamás se hizo algo similar en ningún otro centro, con una semana entera de partidos y eventos de todo tipo que culminaban el sábado por la tarde con la tradicional entrega de trofeos a los campeones.
Tal vez pocos saben que la unión del baloncesto escolar y más profesional tenía aquí un vínculo que era Pellitero, el profesor de Educación Física, que fue trabajador del famoso equipo Elosúa León con Essie Hollis a la cabeza y el resto de jugadores paseando por el gran patio del colegio y evocando grandes momentos. ¿Cómo lo recuerdas?
Joaquín Martínez Pellitero era el profe de “gimnasia” y al margen era el preparador físico del Elosúa León y conseguía llevar a las “estrellas” del Elosúa a nuestro patio en la semana deportiva.
Tal vez de esos momentos comenzó en ti la afición al baloncesto como jugador y entrenador. Coméntanos tu trayectoria profesional y tu visión del baloncesto a nivel local, regional y nacional.
Sin duda, aquí nació mi interés por el baloncesto. Como jugador seguí jugando hasta que llegué a la Universidad, y desde entonces me puse a entrenar.
Desde entonces he estado entrenando diferentes equipos escolares como Monitor de las escuelas deportivas municipales, compatibilizándolo como entrenador de equipos federados autonómicos tanto en Agustinos, San Andrés como en C.B. León.
Al margen soy seleccionador de Castilla y León de categoría cadete desde hace 10 años.
En los últimos años el nivel de baloncesto en León a nivel masculino ha descendido y ha provocado el mismo efecto en el baloncesto regional. Sin embargo a nivel nacional hemos tenido la suerte de disfrutar de la mejor generación de la historia de nuestro baloncesto y una de las mejores a nivel mundial.
¿Por qué antes había que pedir partido para poder jugar al baloncesto y hoy día las canchas están casi vacías?
Creo que fundamentalmente porque los niños de antes no teníamos tantas alternativas como los de hoy para el tiempo de ocio y además en aquel momento coincidió que León vivió un boom en el mundo del baloncesto con un equipo profesional que llenaba en cada partido el palacio de los deportes. Aquel equipo se convirtió en santo y seña del deporte leonés y ayudaba a que quisiéramos jugar al baloncesto.
Entrenas a un grupo de alumnos del colegio qué podrías destacar de ellos y cómo animarías a más a practicar este complejo deporte.
Son niños muy pequeños aún (1º y 2º EP) que practican predeporte, a los que estamos enseñando diferentes deportes para que los conozcan y el día de mañana puedan elegir el que más les guste. Además es una edad propicia para enseñarles los valores propios del deporte. Son chicos y chicas a los que les gusta mucho la actividad física y que se entregan al máximo durante la hora de entrenamiento.
A mí el baloncesto me ha dado experiencias inolvidables en la vida y que no es necesario ser Pau Gasol para disfrutar a tope de él. Es un deporte con el que disfrutarás al máximo practicándolo junto a otros compañeros y que te enseña valores muy útiles para la vida.
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