Entrevista a Tomás Castro

Entrevistada publicada en la revista colegial Reflejo Nº 84 - abril 2011

Tomás Castro ha atendido amablemente a Reflejo, lo cual ha supuesto una excusa perfecta para que se deje caer por el Colegio, haciendo que los recuerdos afloren inevitablemente. En esta entrevista nos cuenta sus experiencias como estudiante sanjuanista y muchas cosas más.

¿En qué época estudiaste en el colegio?

En los años 70. Cuando entré nuevo en el colegio, tuve que estudiar en un curso por debajo del que me correspondía, ya que en mi curso estaban todas las plazas ocupadas.

¿Qué recuerdos te trae este colegio?

Muchos. Era una época en la que había muchos alumnos por curso, algún año llegamos a ser 48 en clase. Pero sin duda los recuerdos son muchos y buenos, fue una buena época.

¿A que os dedicabais en los recreos?

Jugábamos a muchas cosas, como por ejemplo a las chapas. También jugábamos al fútbol con unas pelotas de metal, bastante peligrosas para la integridad física. Algunas veces saltábamos la valla del colegio y nos escapábamos, principalmente para ir a la Filial a ver a las niñas. No olvidemos que en esa época en el colegio sólo había chicos. También íbamos al bar de al lado, donde ponían unos bocatas de  champiñones riquísimos.

¿Qué tal con los profesores?

Bien. Recuerdo a Pelletero, que nos daba gimnasia, y pasaba revista a las uñas. Más te valía tenerlas limpias. También recuerdo a Javier, de dibujo, o al Padre Daniel. Tengo un buen recuerdo del Padre Ángel, era un profesor adelantado a su tiempo. Nos daba Geografía e Historia, pero también llevaba el grupo de teatro. También recuerdo con cariño al Padre Albano.

¿Qué tal estudiante eras?

Era un buen estudiante. De pequeño quería ser astronauta, aunque luego mi camino fue otro.

¿Crees que han cambiado los tiempos desde entonces?

Sí, y eso se nota en anécdotas, como cuando era carnaval y algún año los frailes no nos dejaron disfrazarnos. Todos los chicos, como medida de protesta, nos quedábamos sentados en círculo en el patio y no entrábamos a clase. En otra ocasión, y hablando de disfraces, me vestí con la sotana y la casulla de mi tío cura. El Padre Jaime me echó la bronca.

¿Y qué tal con los compañeros?

Hice muchos amigos. Teníamos mucha afición por la música. Aquí estudiaron Alejandro Cartujo y Luis Miguel Díez, que luego serían componentes del grupo Fundición Odessa. Otro ex alumno, Conteras, y yo mismo, participamos en Berlín Interior, e hicimos la canción “Esto es León”.

¿Qué hiciste cuando saliste del colegio?

Una vez finalizados mis estudios de Bachillerato, estudié en una escuela especializada en informática y me hice Técnico Especialista en Sistemas e Informática de Gestión. También estudié inglés en la Escuela de Idiomas. También me matriculé en Empresariales, en la Universidad de León.

¿Cuándo empezaste a trabajar?

Todavía en mi época de estudiante de Empresariales, ya colaboraba para empresas como Olivetti o IBM. Poco a poco me fui introduciendo en el mundo de la informática. Como era un campo poco explotado en León en aquella época, allá por los 80, pensé que tendría futuro. Fundé una escuela de formación, en la que impartía clases de informática. Posteriormente, con 22 años, fundé la empresa en la cual todavía hoy en día sigo al frente, Proconsi, y empezamos con el desarrollo de software para el PC.

¿Cómo ha cambiado Proconsi desde su fundación, a finales de los años 80, hasta hoy?

Nos hemos ido adaptando a los tiempos y a la evolución de la informática. Actualmente somos 86 trabajadores, en su mayoría técnicos especialistas en Informática, que son especialistas en gestión de software,  y desarrolladores de soluciones informáticas. También contamos con diseñadores de creación gráfica y expertos en marketing y publicidad, así como auxiliares administrativos.

¿Qué tipo de servicios ofrecéis?

Proporcionamos soluciones informáticas en general y tecnología para diversos sectores empresariales. Tenemos más de 2000 clientes repartidos por toda España. Un ejemplo, Repsol, a quien gestionamos la logística de distribución en sus camiones. Recientemente hemos desarrollado e instalado un sistema de monitores para los autobuses urbanos de León, en los que se ofrece información referente a las paradas y el trayecto y otros datos como noticias o el tiempo. También hemos desarrollado un software que controla el suministro de carburante a los aviones y que está en uso en los aeropuertos españoles.

¿Darías algún consejo a los estudiantes sanjuanistas?

Hay que intentar hacer lo que te gusta. Es muy importante ser creativo, tener ideas y luego llevarlas a la práctica.

¿Cómo eran los ordenadores en aquella época?

Nada que ver con lo que hay hoy en día. Funcionábamos con enormes disquetes de 528kb. Un ordenador tenía un disco duro de 10 MB, y costaban alrededor de un millón de pesetas (6000 euros). Poca gente se lo podía permitir.

En la actualidad, ¿qué cargos ostentas?

Soy Director General y Consejero Delegado de Proconsi, Presidente del Consejo Regional de las Tic (tecnologías de la información y la comunicación) de Castilla y León y Presidente de AETICAL, entre otras cosas.